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29/3/11

Visita a la Colección Privada de Manuel Ferreira

Tal como os comentamos, el pasado domingo 27 de marzo nos reunimos con 66 aficionados del motor y apasionados de los deportivos y coches clásicos. La intención era recorrer unos kilómetros en grupo paseando con nuestros coches durante la mañana, comer juntos y visitar la colección de coches privada de Manuel Ferreira durante la tarde.

A las 11:30 nos reunimos en un área de servicio de Ponteareas, donde se pasó lista a los asistentes y se les dio los detalles de la jornada y de la ruta para, posteriormente, iniciar la ruta que nos llevaría por tierras del “Baixo Miño” terminando de nuevo en Ponteareas a la hora de comer.



Tras el restaurante nos acercamos a Mos, donde Manuel Ferreira tiene su “particular garaje”. Se trata de coches exclusivos, algunos únicos, todos con su historial y, por supuesto, auténticos.

Manuel tiene una especial predilección por los coches de Rally del grupo B. Su intención es conseguir reunir todos los modelos que en este grupo compitieron hace años, autenticas maquinas, con mucha caballería, que obligan a que las manos que los manejen sean muy expertas ya que no admiten errores en el pilotaje.


Tiene también una gran representación de Porsche y Ferrari, así como algunos Mercedes muy exclusivos, de los que solo se fabricaron 1600 unidades de cada modelo. Se trata de, el mítico Mercedes 300SL “Alas de Gaviota”, y su gemelo en versión Cabrio.
Manuel puede presumir de tener uno de cada en su “Garaje”.


Podríamos extendernos y extendernos contando la historia de los coches de Manuel Ferreira, pero llegaría un momento en que se os haría aburrido leernos. Como no queremos que esto ocurra creemos que mas que contaros, lo mejor es que lo veáis vosotros mismos en las imágenes que hemos tomado y que os dejamos continuación.
Como dice el refrán: Una imagen vale más que mil palabras.

Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros.

















Al final Manuel se animó y arrancó algunas de sus joyas para deleite de nuestros oidos.
La expectación, como podeís observar, fué máxima.



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